El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Henry Petroski demuestra en este ensayo que el avance tecnológico y la mejora en el diseño son más una reacción ante la frustración por algo que no funciona bien que una forma de responder a nuevas necesidades. De esta manera el autor arroja una nueva luz sobre algunos fracasos espectaculares: desde los desastres de los transbordadores espaciales hasta la caída de las torres gemelas de Nueva York.