Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Ella cambió el mundo de la ciencia. Tres hombres se llevaron el crédito
Rosalind Franklin es feliz en el laboratorio, ahí da rienda suelta a su imaginación y realiza los experimentos que, está segura, cambiarán el mundo de la ciencia. Lo único que ensombrece ese universo perfecto son sus compañeros, especialmente Maurice Wilkins, James Watson y Francis Crick, quienes la menosprecian por ser mujer. Por eso, cuando el director del laboratorio le asigna trabajar en la estructura del adn, ella está decidida a demostrar que es tan brillante como cualquier hombre y que puede descubrir todos los secretos que guardan los genes, aunque la exposición constante a los rayos X ponga en riesgo su vida. Cuando finalmente la estructura de doble hélice del adn se le revela con perfecta claridad, son sus colegas, y no Rosalind, quienes reciben el crédito.
La nueva y poderosa novela de Marie Benedict, autora bestseller de The New York Times, cuenta la vida de una mujer que sacrificó todo para descubrir la naturaleza de nuestro adn, pero que fue injustamente olvidada por la historia.