Después de sufrir un colapso emocional y dejar su carro parado en medio del tránsito, Juan renuncia a su vida. A su vez, Greta, tras acarrear como un lastre la pérdida de su hija en un accidente automovilístico, pone fin a su matrimonio y se empeña, en modo de catarsis, recolectar las partes perdidas del mismo furgón donde ocurrió el accidente
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