Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Marco, un joven patricio romano fiel ejemplo de la amoralidad y las costumbres licenciosas del Imperio, será testigo de la pasión y muerte de Jesucristo. A partir de ese momento, su vida cambia. En contacto con los apóstoles, hará un largo peregrinaje por tierras de Galilea. Y la vida libre y disipada quedará atrás, porque Marco se convertirá en un hombre nuevo.
Esta obra es uno de los más célebres frescos históricos que nos legó Mika Waltari. Pues, en Marco el Romano, con un estilo maravilloso, se reproduce con intensidad y colorido el mundo judeorromano del siglo I, donde no podía faltar la figura de Jesús y sus primeros seguidores. Y nadie como Waltari, cuyo nombre queda ligado a la historia por la memorable historia de Sinué el Egipcio, para conducir al lector de la mano en esta fascinante aventura por el mundo conocido de la época."