Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Cuando en 1947 Aldous Huxley escribió el artículo que da título a este volumen no podía imaginar siquiera que quince años más tarde su biblioteca de Los Ángeles sería realmente pasto de las llamas, pero es ésta una coincidencia y una anticipación muy propia del autor de obras como ""Un mundo feliz"" y ""La isla"".
Planetarse y analizar problemas que apenas empezaban a vislumbrarse, además de un estilo particularmente afilado y un muy riguroso pensamiento, es una de las señas de identidad de Huxley, de quien se reunen aquí ensayos sobre temas tan diversos y sugerentes como los ""Demasiados libros"", ""La sinceridad en el arte"", ""Los Best sellers"", ""La difusión del arte mediocre"" o las posibilidades de las ""Drogas que moldean la mente de los hombres"".
Una buena dosis de Huxley quintaesenciado que demuestra la absoluta vigencia de uno de los grandes escritores del siglo XX."