Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Refugio cuenta las historias paralelas de Antonio y Guillermo, padre e hijo, mientras el primero hace un balance de su vida en el umbral de la muerte y el segundo se enfrenta a la crisis de un sentido que daba por descontado. Guillermo emprende un viaje hacia el pueblo de su padre, que es también un viaje al interior de sí mismo. A partir de esta premisa, la novela se desplaza entre lo rural y lo urbano, entre cambios generacionales y conflictos familiares y, sobre todo, a través de la búsqueda constante de un hogar, que a todos nos ocupa de algún modo.