Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El nuevo Imperio ha llegado…
El Imperio romano está dividido entre dos emperadores: Constantino en Occidente y su cuñado Licinio en Oriente. Sin embargo, su acuerdo es efímero y la desconfianza y el odio recíproco son cada vez más fuertes.
Su inevitable disputa solo llevará a una nueva y sanguinaria guerra civil, que consagrará a Constantino como el dueño absoluto del Imperio. Pero mientras en el seno de su propia familia existen tragedias e intrigas que arrojan una sombra sobre su figura, la fama de su tenaz adversario, el expretoriano Sexto Martiniano, sigue creciendo.
Batallas cruentas, constantes engaños y traiciones: la historia de Roma se entreteje una vez más con las vidas de personajes valientes, pasionales y, sobre todo, humanos.