Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Una mujer, ya anciana, muestra los primeros síntomas de una enfermedad que le arrebata la memoria e incluso a sí misma. Su mente se está convirtiendo poco a poco en una larga noche sin luna y solo su hija puede ayudarla a mitigar esa oscuridad, reconstruyendo su historia, pero también la de ambas, marcada por un amor «que se torció enseguida». Desentrañar día tras día los pequeños y grandes acontecimientos hace aflorar recuerdos dulces y al mismo tiempo duros, llenos de intensidad y de verdad.