Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Frente a un gran escritorio y un impasible funcionario, el exiliado 214 debe defender su solicitud de asilo y, si desea que las puertas le sean abiertas, tendrá que contar su historia. Pero no está solo, pues a su lado están las sombras, aquellas personas que nunca lograron llegar y que, para honrar su recuerdo, lo exhortan a contar la verdad por más cruda que ésta sea.