Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Frente a un gran escritorio y un impasible funcionario, el exiliado 214 debe defender su solicitud de asilo y, si desea que las puertas le sean abiertas, tendrá que contar su historia. Pero no está solo, pues a su lado están las sombras, aquellas personas que nunca lograron llegar y que, para honrar su recuerdo, lo exhortan a contar la verdad por más cruda que ésta sea.