Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Una profesora de física decide dejar de lado la ciencia y vivir según las predicciones de su horóscopo durante un año, ¿conseguirá sus metas?
Miranda Reed, la profesora de astrofísica más joven de su universidad, está a punto de lograr la titularidad. Su minuciosa preparación y su mentalidad práctica la acercan a su planeado objetivo, pero contra todo pronóstico, la junta le niega ese ascenso que estaba más que garantizado. Entonces su vida ordenada se convierte en un caos.
Miranda decide tomarse un año sabático y con la fe en la ciencia tambaleando, empieza a mirar las estrellas sin buscar agujeros negros, y decide explorar algo que su mente siempre había rechazado: la astrología.
Así, decidida a descubrir por qué su vida de repente se ha torcido, se compromete a dejarse guiar por su horóscopo durante un año. ¿Pagar un anticipo por una casa? Nunca si Mercurio está retrógrado. ¿Aceptar una invitación a una fiesta? Perdón, el horóscopo dice que Géminis no debe salir esta noche. ¿Y en lo que respecta a su solitario vecino pintor? Su energía de Aries está muy mal. Por otro lado, el padre carismático de su nueva alumna particular es la perfección de Sagitario. Hecho para ella… ¿o no?
Mientras Miranda navega por la vida con una nueva perspectiva, poco a poco descubre que ni la ciencia ni las estrellas tienen todas las respuestas. Y que, cuando se trata de amor, a veces solo hay que confiar en el corazón."