El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Gógol nos relata, en este clásico imperdible, la historia de Pável Ivánovich Chíchikov, un funcionario de origen incierto que llega a un pequeño pueblo ruso con un plan peculiar: comprar “almas muertas”, es decir, los siervos fallecidos que aún figuran en los registros oficiales de propiedad de los terratenientes. Chíchikov, sabiendo que todavía se pagaban impuestos por esos siervos, decide comprar estas “almas” a bajo costo con el propósito de utilizarlas como garantía para enriquecerse.
Las almas muertas es, en esencia, una crítica mordaz a la corrupción, la codicia y el vacío moral de la sociedad rusa de la época. A través de los diversos encuentros entre Chíchikov con los terratenientes, Gógol expone una amplia variedad de personajes grotescos, egoístas y absurdos, que representan los defectos de la sociedad y el deterioro moral de una Rusia del siglo XIX.