Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Amelia Winn es una enfermera forense que atiende a víctimas de agresiones sexuales. Pero un trágico accidente la deja sorda y cae en una depresión que la lleva al alcoholismo. Así es como pierde todo aquello que le importa: su trabajo, su esposo y la pequeña hija de él, Nora. Han pasado dos años, y con la ayuda de su perro guía, Amelia finalmente se está recuperando. Va a tener una entrevista laboral y está ansiosa por demostrarle a su exesposo que puede retomar el rumbo y quiere seguir siendo parte de la vida de Nora. Pero esa mañana, en un paseo con su perro, encuentra el cadáver de una mujer flotando, enredado en la maleza del río. Se acerca y descubre horrorizada que es su vieja amiga y colega del hospital. La investigación toca a Amelia demasiado cerca y se ve sumergida en una peligrosa trama que podría destrozar su vida una vez más.