Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Dos personas se gustan, se emborrachan, se acuestan y nunca vuelven a verse. Ahí podría haber terminado su historia, de no ser porque una fuerza invisible que alguien tendió entre los dos trastoca todo. Sabina, escritora obsesionada con el tarot y con más fantasías narrativas que sexuales, experimenta un miedo profundo al amor tras el encuentro con un joven que conoce en una aplicación de citas. Después de un viaje juntos que llevan hasta sus últimas consecuencias, él regresa a Alemania; ella se queda en México. La distancia destruye la relación, pero Sabina no ha podido olvidar lo ocurrido. En busca de respuestas, encara al desamor a través de un diario, de cartas recibidas o enviadas a otras parejas y de los secretos de antiguas pasiones que, poco a poco, le confiesa a su padre. ¿Cuántas relaciones inconclusas tratará de remediar hasta hacer que perduren?…