Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Catalina, que pertenece a una estirpe de brujas en los últimos años de la Inquisición, se cría en Merlo, en una consulta a donde acuden enfermos con todo tipo de dolencias. La joven hereda de su abuela Elvira el oficio y los saberes sobre plantas medicinales. Pero un acontecimiento desata su huida y provoca un cambio radical en su existencia que conlleva una misión: salvar a un niño. Lola, una mujer del siglo XXI que está atravesando una crisis, entra en contacto con unas fuerzas que no comprende. La ruptura con su pareja, sus dudas sobre la maternidad y el desbloqueo de recuerdos que había olvidado le provocan un colapso.
Las vidas de Catalina y Lola, separadas por más de dos siglos, se conectan por un apocalipsis personal. Ambas tienen la pulsión de rebelarse y romper con la fatalidad a través de esta historia que hará que se tambaleen los límites del escepticismo.
Una novela con grandes dosis de fantasía, magia y una prosa descarnada. Una exhibición del dominio del lenguaje literario y de la versatilidad de la prosa de Costas.
Piel de cordero es un libro que juega con las expectativas de los lectores, que los sacude y los confunde porque no saben qué les estará esperando al pasar la página."