Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Luego de iniciarse como narrador durante los años treinta, Agustín Yáñez publica en la década siguiente una serie de importantes estudios sobre literatura mexicana. Vistos a distancia, estos ensayos poseen una unidad y continuidad que nos remiten al rigor orgánico que preside toda su obra. En efecto, los estudios de Yáñez sobre mitos indígenas, crónicas de la conquista, fray Bartolomé de las Casas, José Joaquín Fernández de Lizardi y Justo Sierra, aparecidos inicialmente como introducciones a colecciones antológicas, o bien como obras separadas, parecen conformar los capítulos de una empresa más vasta, las etapas de una amplia indagación en busca del alma mexicana y de sus manifestaciones literarias.