Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Esta obra constituye un aporte que, desde diferentes perspectivas, se acerca de oficio y con conocimiento de causa a los laberínticos recodos de la historia reciente. Los temas revisados son: El sistema político: cambios y vicisitudes, José Luis Reyna; El Congreso de la Unión: una pieza clave en el cambio, Luisa Béjar Algazi; El Congreso Mexicano, Arturo Alvarado; De la marginalidad a los reflectores. El renacimiento de la administración de justicia en México, José Antonio Caballero; Los gobernadores y el federalismo. La descentralización del poder, Rogelio Hernández Rodríguez; El pacto cívico-militar y la transición a la democracia en México, Mónica Serrano; Tres instituciones de la democracia mexicana: Instituto Federal Electoral de Acceso a la Información Pública y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alberto Aziz Nassif y Jorge Alonso Sánchez; El activismo civil en la transición mexicana a la democracia, Sergio Aguayo Quezada.