Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Escribí mi primer artículo para el periódico La Crónica de Hoy en julio de 2002, hace ya mas de diéz años. Riquillos de mal gusto, aquí incluido, trataba de un mal, ya desaparecido por la fuerza de las cosas, la autocomplacencia y falta de empatía en un país que había crecido demasiado rápido, lo que impidió ver con lucidez la situación real.