La presidencia imperial es un mural histórico de la vieja política mexicana
y también su dilatado obituario. A lo largo de medio siglo y debido al poder extraordinario que detentaron, la vida de ocho presidentes se
proyectó sobre la biografía del país, convirtiéndola, necesaria y fatalmente,
en una biografía del poder. Esos presidentes fueron Ávila Camacho,
Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid y Salinas. Ninguno estuvo a la altura de la historia, pero en esta obra prevalece la intención de comprenderlos. Después de todo, como Octavio Paz afirmó alguna vez, ningún presidente
se propuso deliberadamente hacer daño.