Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En la primavera de 1865, tras una serie de batallas cada vez más cruentas y atroces, al fin acaba la sangrienta Guerra de Secesión. Con sus generosas condiciones a Robert E. Lee en la capitulación de este para reintegrar a los confederados en la sociedad de los Estados Unidos, el presidente Abraham Lincoln quiere ver cumpli do su sueño de volver a unir a la nación. Pero un criminal y su banda de cómplices, y entre ellos quizá algunos políticos de los peldaños más altos del gobierno de los Estados Unidos, no se conforman. El carismático actor John Wilkes Booth, mujeriego y racista impenitente, asesina a Abraham Lincoln en el teatro Ford. La furiosa cacería policial que se organiza convierte inmediatamente a Booth en el fugitivo más buscado de la nación. El detective neoyorquino Lafayette C. Baker desentraña todas las pistas que conducen a Booth, mientras las fuerzas federales persiguen a sus cómplices. La emocionante batida de búsqueda acaba en un fiero tiroteo y varias sentencias de muerte: entre ellas, la de la primera mujer ejecutada en Estados Unidos, Mary Surratt. Con sus vívidos retratos de algunas de las figuras más notables de la historia y una trama que obliga a seguir leyendo hasta el final, Matar a Lincoln es historia, pero parece una novela de intriga.