Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Con el fin de ampliarla difusión la obra fundamental de Fernando Benítez, Los indios de México, Ediciones ERA publica los textos que originalmente aparecierón como libros independientes o aquellas partes de la obra que en sí mismas forman una unidad. Ésta es la historia, contada por él mismo, con toda la rica textura de su lenguaje, de un hombre que vive sin contradicción entre la realidad y la magia. En Jesús María, cabeza municipal y religiosa del mundo cora en Nayarit en la Sierra Madre Occidental que mira al Pacífico. Funcionario religioso y curandero, prodigioso narrador, el chamán Espiridión Altamirano Lucas- o Pilo Altamirano Luca como él dice- nos habla aquí de sus correrías por los espacios sagrados, que son también, en un perfecto acuerdo, los de la vida codidiana. Ritos, cantos, ceremonias, mitos y fábulas, hazañas y quebrantos, surgen de la experiencia y de la ceremonia ancestral, dioses y hombres conviven en el mismo plano. Y de este reportaje, de este documento fidedigno, parte del vasto trabajo emprendido por Fernando Benítez para recoger los signos de un mundo amenazado de extinción, se levanta un soplo poético.