Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Si bajan las cifras de ventas de libros y periódicos ¿significa que se lee menos? A diferencia de la mayoría de encuestas que indagan sólo la lectura en papel, se estudian aquí también los nuevos modos de leer en computadoras, tabletas y teléfonos móviles - junto a los cambios de las bibliotecas, la expansión de salas de lectura, libro clubes y ferias del libro. La investigación cualitativa sobre cómo leen jóvenes y adultos de distintas generaciones y niveles educativos, en las escuelas, la casa o el transporte, individualmente o en grupos, muestra los muchos propósitos por los cuales se llega a la lectura. Al explorar no cuánto se lee sino cuándo y cómo se lee, se vuelven visibles las mutaciones de esta práctica. Una primera evidencia es que ahora se lee mucho y diariamente: libros, revistas, textos con
imágenes, correos electrónicos, mensajes de texto.
Centrar más la investigación en la experiencia de los lectores que en los libros que leen abre nuevas perspectivas para las tareas de educadores, promotores de la lectura, editores y, por supuesto, para mejorar las encuestas y las demás formas de explorar qué es leer hoy.
¿Tienen el mismo valor los diversos modos de leer y escribir? Para responder es necesario conocer las variadas maneras en que nos informamos, entretenemos y comunicamos.