Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Con su ingenio y avidez característicos, Cristina Pacheco tiende un lazo de íntima comunicación entre la sensibilidad de sus personajes, todos ellos constructores de lo cotidiano y la de sus ya asiduos lectores. Con sus entrevistas, la autora, nos permite conocer diversos aspectos de la vida y labor de los artistas que aparecen en estas páginas: Manuel Álvarez Bravo, Pedro Coronel, Francisco Corzas, Olga Costa, Carlos Mérida, Lola Álvarez Bravo y Rufino Tamayo, entre otros.