Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Liberado de historial literario, fotográfico y cinematográfico de estos emblemas europeos, Venecia y Paris, Flores Olea sencillamente enfoca, define la luz y dispara sobre su objetivo .No es que oculte o niegue las bibliotecas y las fototecas que han hecho la crónica real y metafórica de la antigua Lutecio y de la Serenísima; no, por supuesto, no lo hace como reducto predecible de la desacralización o de estos clientes muy de las ocurrencias del arte de la actualidad. La liberación cultural del fotógrafo mexicano reside en un ejercicio de la liviandad e inocencia.
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