El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
La novela empieza cuando el Fulgencio español, envía a su joven hijo a la Nueva España, a hacer fortuna. Ambos ingenuos e ignorantes, pero muy orgullosos. Esta parte de la novela tiene elementos picarescos, en medida en que el joven andaluz se enfrenta a algunas vicisitudes, que se inician desde la travesía misma. La fortuna parece estar de su parte, pues siempre logra sacar provecho de su situación, y cuando no lo logra al menos lo intenta. Ya en la Nueva España se coloca en la tienda de un paisano y despues de un tiempo, literalmente "asciende" de dormir debajo del mostrador, a hacerlo "sobre" el mismo. También consigue colocarse al testamento del viejo Pascasio José Aguirrevengurren, sin mayores crueldades el narrador describe el modesto vivir y honrado negociar de este par de comerciantes.
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