Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El panorama musical de México en el siglo XX parece constituirse por figuras y obras ya conocidas y multicitadas. Lo cierto sin embrago, es que mas allá de las referencias que los libros o los músicos repiten, una buena parte de la música mexicana de este periodo está todavía por descubrirse y escucharse.
En este sentido nadas más elocuente que la obra y figura de José Rollón: creador de trascendental importancia, de influencia decisiva en otros autores.
A esta empresa se dedican a estas páginas: desde las que les gesta anhelo de apreciar el repertorio de Rolan, de recuperar su importancia curso bibliográfico y recorrer en detalle las obras más relevantes de este músico extraordinario.
