Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Los diez cuentos que conforman este libro reflexionan sobre los actos fallidos y los fracasos de un grupo de personajes cuyo sutil trasfondo es dominado por imágenes vegetales. Estos seres, que deambulan entre historias de narcotráfico imaginario, costumbre de la comunidad judía, muertes psicológicas y vejez, bien podrían ser percibidos como un manojo de flores a la sombra de acuerdo con el autor.Iván Hernández consigue con su escritura minimalista relatos de buena factura, capullos que no se abren a la primera leída y siembran suficientes inquietudes en el lector para que, intrigado, emprenda una segunda lectura.