El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Competir a cualquier precio, como lo promueve el darwinismo social predominante, suelen producir escasos logros, si se lo compara con el trabajo en equipo. Así se entiende la vitalidad del pensamiento y del filosofar nuestroamaericano. Y, sobre todo, la fuerza y protagonismo de sujetos que se niega a seguir siendo sujetados.