El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Entre las acepciones dela palabra concierto no sólo están aquéllas relacionadas con la música sino las que que suponen un acuerdo o convenio de propósitos o sentimientos. El diccionario etimológico la emparenta con el verbo concertar, que en español e italiano (concertare) significa estar de acuerdo, armonizaar, pero cuyo sentido en latín fue luchar, discutir. Algo de todo ello hay en este Concierto en La Habana compuesto por el poeta cubano Orlando González Esteva, donde algunas de la plumas más brillantes de su país - Lezama Lima, Cabrera Infante, Carpentier- y algunos extranjeros ilustres que lo visitaron o residieron en él -Juan Ramón Jiménez, Garcia Lorca, Cernuda, Hemingway, Merton- ofrecen una visión exaltada de su capital, mientras otros cubanos más jóvenes, en contradicción con la imagen acuñada por algunos viajeros recientes, no pueden reprimir la nota elegíaca. Como el propio antólogo señala, este concierto -que abarca movimientos escritos a lo largo de tres siglos- es una invitación a ver La Habana con los únicos ojos capaces de verla sin intereses espúreos: los ojos de la poesía.