A medio camino entre el drama y la narración, este título encierra las peripatéticas desventuras de un detective tragicómico que se ve envuelto en un desafortunado enfrentamiento político. Como dice Fernando de Ita: "LEGOM es el satirista mayor de nuestro teatro, tan insólito, tan contemporáneo porque es un escritor clásico, cuyo padre dramático es Esquilo". Aquí hay mucho de picaresca y de retrato de contemporáneos mexicanos que sobreviven arrancando bocanadas de aire a la catástrofe pública que es nuestro horizonte de todos los días.