En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Soliloquios, diálogos, epístolas, son el vehículo del lenguaje de Una no habla de esto, novela que va construyéndose en una ciudad transitada por millones y signada, al mismo tiempo, por la presencia voraz del individualismo. Sylvia Aguilar Zéleny recurre a los estratos poéticos urbanos y los reordena en un rompecabezas que se suma a una tradición literaria con ecos de Óscar Wilde, Pablo Neruda y Banana Yoshimoto. Desde la conjunción de diversas prácticas --poesía, escritura automática, ensayo, cuento-- la autora da testimonio del ejercicio diario de medir el tiempo.