Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Esta antología reúne la obra esencial del célebre poeta peruano Emilio A. Westphalen y presenta sus dos poéticas, distintas tanto en forma como en visión estética pero tan complementarias como las dos caras de una misma moneda.La primera comprende los poemas de juventud de Las ínsulas extrañas y Abolición de la muerte que hicieron de Westphalen una referencia clave de la vanguardia peruana, con claras influencias del surrealismo y el dadaísmo. Aquí, el verso libre se desborda dando paso a un dinamismo imparable del lenguaje que lucha contra la muerte y la fragmentación. La otra, la poesía tardía, de la vejez, aunque igualmente vital y experimental que la primera, se vuelve más fragmentaria y filosófica, llena de ironía y de un profundo autocuestionamiento: "¿Qué será el poema sino un espejo de feria, /Un espejismo lunar, una cáscara desmenuzable, /La torre falsa más triste y despreciable".Para conmemorar el centenario de su nacimiento, ofrecemos al lector tanto los poemas más conocidos como los menos transitados de este deslumbrante simulador de sortilegios.