Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La arqueolog#a puede considerarse como una moderna mßquina del tiempo. Y a trav#s de ella regresar al pasado para conocer las sociedades que existieron antes que la nuestra.
En el caso del Templo Mayor, durante cinco a±os (1979-1982) se excav# en el coraz#n de la Ciudad de M#xico para obtener la informaci#n necesaria que nos permitiera entender este edificio tan importante de la cultura azteca. Los resultados se encuentran en esta gu#a donde se muestra parte de las siete mil piezas, que se encontraron en el Templo Mayor. Es as# como esta mßquina del tiempo que es la arqueolog#a nos permite conocer lo que era el principal templo de la cultura mexica.
