Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desde siempre nos hemos reflejado en los animales. Recurrimos al mundo animal en busca de metáforas para explicar comportamientos y actitudes humanas; en el lenguaje cotidiano encontramos imágenes y frases como: "lento como una tortuga", "como pez en el agua", "libre como un pájaro" , "fiel como un perro", "ágil como un gato", "es un camaleón", "lágrimas de cocodrilo" y un largo etcétera. Jean de La Fontaine, inspirándose en los griegos, Esopo en particular, creó en el siglo XVI una serie de fábulas que, con humor y astucia, plantean situaciones cotidianas de pequeños conflictos humanos. Éstas son simbolizadas por animales con base en las cualidades y defectos que les hemos ido atribuyendo --a veces injustamente-- a lo largo de los siglos. De cuando los animales hablaban recupera estas fábulas de enorme vigencia y valor universal y las propone en formato Big Book, con un lenguaje visual contemporáneo y en una edición bilingüe español-náhuatl para acercarlas a los niños de la segunda comunidad lingüística más importante de México. El rescate de la obra de La Fontaine, para difundirla no sólo entre los lectores de lengua española sino para ponerla al alcance de lectores hablantes del náhuatl, construyendo con ello un puente cultural que va desde la Grecia antigua a la literatura francesa, es un esfuerzo encomiable.