Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El Jazz, como la poesía, abreva de muchas tradiciones y diversifica su apuesta hacia terrenos imposibles de la sonoridad. Con el paso del tiempo, el jazz ha sumado a su corpus interpretativo la voz de muchos poetas que, en su música, en la mitología que facunda y en el impulso de rebelión que sustentó su paso a las construcciones elaboradas del bebop o el cool, encontraron no sólo temáticas, sino formas de expresión verbal. Este mismo pulso es el que evoca Crónicas del Milton's Playhouse, título que alude al escenario donde nació el jazz moderno, pero también a las formas de narrar que encierra la poesía en prosa. Éste es un libro de personajes como Charlie Parker, John Coltrane y Miles Davis, quienes deambulan como los radiantes fantasmas de un cuento inacabable.