El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En este libro la autora afirma que el síntoma de un niño tiene el efecto de interrogar a su familia, a su entorno y hasta a una sociedad; además subraya la trascendencia que tiene para los niños y los jóvenes una intervención adecuada en el momento que corresponde, y asume esta tarea como un compromiso ineludible.