Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Chico Min duerme sobre una piel que, así como se va convirtiendo en los zapatos que hace su papá, se va haciendo más pequeña. Una de esas noches, el sueño inquieto del niño, lo hace caer a la pradera donde las vacas, las dueñas de esa piel, están pastando