Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Mucho, muchísimo se ha escrito acerca de Vincent Van Gogh, y parecía no haber nada más que decir. Pero ¿Cómo es que, habiendo muerto el pintor en la pobreza, a los dos años y medio de su obra ya estaba en la galería de moda de Amsterdam?