Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desde la época de sus comienzos en la sociología, en que surgió este texto hasta ahora inédito, Niklas Luhmann apenas modificó sus tesis centrales sobre la estructura de la política moderna, sobre la diferenciación dinámica del sistema de esta dentro de la sociedad y su propia diferenciación interna en política y administración. Pero esta obra no solo constituye el primer tratamiento sistemático de la sociología política en la trayectoria de Luhmann, sino que presenta además el contenido más rico de todos sus escritos sobre el tema.