Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Érase una vez un jardín. Es un jardín normal y corriente, con flores, plantas y habitantes que viven en él todo el año. Una mañana, sin previo aviso, una semilla cae del cielo y aterriza en el suelo, perturbando la vida tranquila de los pequeños habitantes del jardín.
A lo largo de las páginas, observa la evolución de una semilla que germina, y descubre la ajetreada vida de los habitantes del jardín.
La generosidad y el apoyo mutuo subyacen en el discurso de este precioso álbum. Con la ingenuidad que caracteriza a la autora y su agudo sentido del detalle, Dubuc crea verdaderos microcosmos donde poder apreciar el lado más apacible de la vida en el jardín.