Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Los animales saben”, escribió Beckett y, sin duda, José Emilio Pacheco es uno de nuestros poetas que mejor ha comprendido la lección que encierra su sapiencia. En esta edición de álbum de zoología, se reúnen en un luminoso encuentro cincuenta y ocho poemas elegidos por jorge esquinca entre los que, desde no me preguntes cómo pasa el tiempo hasta el silencio de la luna, pacheco ha escrito sobre los animales, con veintiocho espléndidos dibujos del pintor francisco toledo elaborados en torno a estos poemas. Compañeros de nuestra aventura terrestre, los animales son un espejo vivo en el que puede aparecer el rostro, unas veces atroz y otras hermosamente humano, de nuestra propia especie. La mirada de pacheco ahonda en ellos y con una justificada preocupación describe el peligro mortal con que el “progreso” de nuestra civilización los amenaza y con ello pone en riesgo también nuestra supervivencia. Álbum de zoología resulta así de una intensidad fulminante y de una lucidez vital, imperativa. Casi siempre víctimas, los animales son aquí los primeros desheredados y oprimidos de nuestro mundo: los hemos acosado y cazado durante siglos, hemos envenenado con nuestros desechos sus moradas. Sin embargo, con un instinto que muchas veces supera a nuestra inteligencia destructora, ellos se las han arreglado para sobrevivir. Su lección es la misma que guarda este álbum de zoología; no una moraleja sino una profunda llamada de atención hacia la vida.