Afortunada incursión chilanga al shoegaze, manufacturado desde el revoloteo de testosteronas. Melodías saturadas de capas de sonido y sensibilidad dulzona que no pierde su norte viril. Este álbum debut bien puede ser un homenaje al shoegaze de ecos masculinos que impusieron indispensables bandas como Kitchens of Distiction, Catherine Wheel y unos primeros y Ride.