Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo le bastaría con asomarse a la ventana. Al comienzo del milenio, el mundo al revés está a la vista es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies