Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
¿Puede escribirse un libro usando las mejores palabras de los grandes escritores de la literatura universal? «Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo prefiero jactarme de los que me ha sido dado leer», cuentan que dijo Borges. Y justamente ése parece haber sido el punto de partida de esta extraña y maligna novela.
Cárdenas, Simón y Valls se conocen en un colegio de curas del tardofranquismo: son los más díscolos de entre todos los alumnos díscolos. Procedentes de entornos muy contrastados, sus complicidades y entusiasmos se enfocan hacia los libros, el rock, las películas y las drogas. De Barcelona a Madrid, previo paso iniciático por las Baleares, el trío y sus demás compañeros crecen al ritmo de sus respectivas ambiciones y de la necesidad de ganar dinero. Pero todos ellos comprobarán de una manera inesperada cómo la palabra escrita les persigue de un modo sólido, decisivo y diabólico a lo largo de toda su vida.
Sabino Méndez nos ofrece en Literatura universal un festín de arte y escritura, una parodia de novela generacional, una reivindicación de la lectura sensible y apasionada. Una apología descarada de la copia, a la vez que una defensa del orgullo y la utilidad de la escritura. Un estilo indiscutible que se manifiesta tanto en la estructura como en la utilización de la lengua; una verdadera prueba de vitalidad literaria.