Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Esta autobiografía nos invita a compartir el extraño destino de los chinos nacidos cuando Mao Zedong llegó al poder en los años 50 y que, tras revoluciones y contrarrevoluciones, manejan las riendas del poder de la China actual. La colaboración de Li Kunwu y P. Ôtié nos ofrece una perspectiva sorprendentemente equilibrada de la historia contemporánea del país asiático, una visión descarnada del poder y una ventana abierta a la China de hoy.
Después de treinta años realizando dibujos de propaganda para el Partido Comunista, Li Kunwu cuenta en Una vida en China 1. El tiempo del padre su infancia y su adolescencia bajo el régimen de Mao Zedong hasta 1976, fecha de la muerte del presidente.
Nacido en 1955 en la provincia de Yunnan, de un padre ejecutivo del Partido y de una madre obrera, el niño crece con la propaganda, en el molde de la doctrina del Estado. Como a cualquier niño de aquella época, le han enseñado a amar y venerar a Mao Zedong, y se sabe de memoria citas de su Pequeño libro rojo. En aquella época de la Revolución cultural, el niño es atrapado en la espiral de la enajenación de un pueblo hipnotizado por su guía. Asiste a la creación de las comunidades populares, a la frenética producción de acero para superar a los Estados Unidos, al adoctrinamiento desde el parvulario. También va a conocer la hambruna y la violencia.
Una vida en China es una obra totalmente inédita porque es contada desde el interior, por una persona que vivió de primera mano la vertiginosa ascensión del Comunismo de Mao Zedong. Un viaje en el tiempo en el que el autor ajusta cuentas, sin concesión, respetando fidedignamente los hechos históricos. No reivindica ningún proyecto político, sino que quiere retratar el recorrido de una existencia muy difícil, emblemática de su civilización y de su época.