Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
¿Cómo conciliar las contradicciones de toda una vida en una sola obra? Tal podría ser la pregunta ante la que situar al lector de esta compilación del filósofo nacido en Rusia, de tradición judía, y nacionalizado francés. En ella se pone de manifiesto la identidad aparentemente imposible entre el realismo de lo inmediato de un Tolstói confrontado con la muerte, la contradicción del judío exiliado por la historia, ya desde su nacimiento, siempre otro además de sí mismo, y el ejemplo de tres buenos maestros ajenos a los particularismos y limitaciones de un territorio y una época determinados.No hay respuesta a la pregunta en esta serie de escritos dispersos a lo largo de toda una vida, recogidos aquí. Más que ningún otro, este libro deJankélévitch da una visión global, coherente, de una vida y una obra en las que por encima de todo encontramos, como él mismo dice de uno de sus maestros, un esfuerzo por comprender: «no detestar, no indignarse, no lamentar nada, sed intelligere, sino ante todo comprender »; vida y obra a través de las cuales el lector atento verá con asombro surgir, como si de una fuente se tratase, un sentido.