Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El libro se compone de dos partes: a) Los principales fragmentos y testimonios de Protágoras de Abdera, en una recopilación original del autor organizada temáticamente, y que amplía notablemente la de Diels-Kranz y la de Untersteiner. b) Una nueva traducción de los Dissoi Logoi, un texto de la sofística anónima del s. V a.C. que, a juicio del autor, constituye una ejemplificación de las antilogías protagóricas además de una fuente de información etnográfica de primera importancia. El amplio estudio introductorio a cada una de estas partes trata de recomponer la doctrina relativista del sofista de Abdera.