El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Este libro le servirá como guía y acordeón para utilizarlo a diestra y siniestra. Se enterará por qué Borges no ganó el Nobel, qué le sucedió a Fleming, el de la penicilina, cuando era niño; descubrirá desde el ingenio de Churchill, la sagacidad mental de Cantinflas, la temeridad de Einstein y la memoria de Armstrong, hasta la desfachatez de Rossini, la franqueza de Shaw y la humildad de Brahms.