Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La traducción al náhuatl de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, celebérrima fábula, pequeña como su protagonista, pero gigantesca a la luz de los valores que entraña, tiene varios propósitos. Se inscribe en el marco de una cruzada para revitalizar una lengua autóctona mexicana en peligro de extinción; corresponde a un afán por llevar lo más destacado de la literatura universal a los pueblos indígenas, en sus propios idiomas; y quiere mostrar cómo el relato original adquiere nuevos matices al ser fundido en el crisol de una lengua autóctona.
Por ello, el Museo Iconográfico del Quijote se complace en ofrecer a los lectores esta edición trilingüe en náhuatl, español e inglés del clásico infantil más leído de todos los tiempos: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Estas versiones han sido traducidas ex profeso del original en francés, y los dibujos originales del autor han sido creativamente reelaborados por el artista mexicano Luciano Trigos.