Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una fría mañana de febrero, un bote salvavidas con dos cadáveres queda varado frente a la costa sueca. Cuando se confirma que se trata del asesinato de dos hombres letones, el inspector Kurt Wallander debe viajar a Riga, la capital del país, que en ese momento se halla en pleno proceso de democratización. Wallander se introducirá en los ambientes de la oposición clandestina y, en medio de ese sórdido escenario, conocerá a Baiba Liepa. Intriga, amor y diversos conflictos provocarán que su vida dé un inesperado vuelco.